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En Durango el resultado de la elección deja clara una prospectiva en al menos tres vertientes
- La hegemonía del criterio de la Presidencia de la República sobre el protagonismo del heredero del despilfarrador y destructor de instituciones. Al dejar en manos del Gobernador la decisión del resultado de la elección, no interviniendo e incluso maniatando al aparato federal , le dejó claro al operador del Clan, que ellA es la que tiene la definición final.
- Habrá que reconocer que el Gobernador tiene control y es eficiente en el manejo de las variables que estaban en la ecuación electoral. Enríquez no solo le representaba un personaje incómodo y no funcional a su proyecto transexenal, sino el potencial retador, de haber resultado electo, a disputar la siguiente elección sucesoria. No solo no lo dejó pasar sino encauzó la animadversion generalizada que ese personaje genera. De paso es previsible inferir que se sentaron las bases para la sucesión de la Gubernatura en 2028, donde, ahí sí, el Gobernador podrá blindarse entregando la posición a quien determine la PresidentA de la República.
- Finalmente, la vida le dejó en claro a Enríquez, una vez más, que sembrar discordia, que ser desleal, traicionar afinidades y desconocer acuerdos de honorabilidad, no pueden sino reflejarse en un fracaso auto construido. Se cosecha lo que se siembra.
Durango se definió por el Mal Menor, y eso es positivo, al menos en el corto plazo…