En la Ciudad de Durango se encuentran dos majestuosos palacios edificados en el siglo XVIII: el del Conde de Súchil y el del Capitán Juan Joseph de Zambrano. Se trata de dos magníficas residencias, de dos imponentes mansiones coloniales reflejo de la organización social, económica y cultural de su tiempo.
La casa del Conde del Valle de Súchil destaca por su imponente extravagancia ornamental y máximo refinamiento. Siendo parte hoy de las oficinas de “BANCO BANAMEX” Fue proyectada y construida por el arquitecto Pedro de Huertas –a quien se debe otra importante casona ubicada en la esquina de 20 de Noviembre y Zaragoza, pero también la gran casa, regularmente habitada por el Conde, en la Hacienda de San Amador del Mortero. El Conde de Súchil tenía otra casona en la ciudad de Durango, de mala habitación según se cuenta, llamada irónicamente “El Escorial”, la cual sin embargo contaba con un gran viñedo y una bodega no menor para el vino que ahí se elaboraba.
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