Poseedora de la pirámide más septentrional del continente, cuna de asentamientos humanos provenientes de la cultura chalchihuites ?que datan del año 450 al 1400 de nuestra era?, la Zona Arqueológica La Ferrería, en Durango, cumple 60 años de haber sido descubierta.
El Centro INAH Durango realizará durante marzo una serie de actividades dentro del Mes de la Arqueología, que incluye la exposición Durango: descubriendo tus raíces, con piezas encontradas en el sitio; conferencias, talleres, visitas guiadas, una ruta ciclista, rituales en temazcal y prácticas de yoga y meditación.
La Ferrería, declarada Zona de Monumentos Arqueológicos en 2002, considerada la frontera de Mesoamérica, contaba con la población más grande e importante del Valle de Guadiana en la época chalchihuite.
La zona arqueológica consta de 54 hectáreas, de las cuales 20 están abiertas al público. El investigador Charles Kelley, en la Estructura de los Dirigentes o Estructura 1, encontró una cerámica aztatlán, otra de tipo nevería, y en el patio hundido de la pirámide se hallaron vestigios que hablan de la relación de La Ferrería con la costa y el Valle de Guadiana.
Los últimos hallazgos se dieron con el antropólogo José Luis Punzo: un entierro que localizó detrás de la pirámide, donde se aprecia la sacralización de los espacios, y un fogón que tenía un sol grabado, así como su investigación sobre la observación astronómica de los nativos de La Ferrería en fenómenos como el solsticio de verano y el equinoccio de otoño-invierno.
Otro rasgo notable es la orientación de su pirámide en los puntos solsticiales y equinocciales. Como la de los teotihuacanos, las construcciones de la cultura chalchihuites que ocupó La Ferrería, seguían el curso de los astros.
Actualmente se trabaja en la conservación y difusión del sitio arqueológico, ya que según la especialista, hace falta concientizar a la población sobre su patrimonio, ya que mucha gente no lo conoce.