Cuando se escucha hablar de volcanes en México, inmediatamente llega a nuestra cabeza el Popocatépetl, Iztaccíhuatl, el Nevado de Toluca o el volcán más joven del país el Paricutín.
Pero recorriendo el estado de Durango nos podemos percatar que también existen volcanes, que hace millones de años estuvieron en constante actividad y que hoy en día solo queda el recuerdo, en los cráteres y en las extrañas formaciones rocosas que han dejado.