Este otoño viene cargado de razones para mirar hacia el cielo nocturno. Pero si nos hemos perdido ya algunos de ellos, como la pasada superluna o las oriónidas, tranquilos, porque queda mucho por observar.
Este otoño viene cargado de razones para mirar hacia el cielo nocturno. Pero si nos hemos perdido ya algunos de ellos, como la pasada superluna o las oriónidas, tranquilos, porque queda mucho por observar.