Sobre la Calle Segunda de la Estampa de Guadalupe que después se llamó Segunda del Camposanto y años después Calle del Coliseo, para denominarse en el siglo XX Calle Bruno Martínez, a finales del siglo XVIII, por el año de 1787 edificio de Don José Joaquín Alcalde, rico español de rancio abolengo.
Una casa con huerta de parras y una gran tienda donde se vendían sedas, porcelanas, y collares de perlas traídas de Filipinas y también fijó su residencia, finca que fue una de las más importantes de la entonces capital de la provincia de Nueva Vizcaya.