Luis Rafael Zamarripa Sifuentes tiene 12 años y es escultor. En la calle Bravo del centro de Gómez Palacio, Durango, crea figuras con plastilina de caricaturas y videojuegos que vende al público para apoyar con los gastos diarios a su madre.
Luis Rafael pone su pequeño puesto a las afueras de un panadería donde su mamá Adela trabaja desde hace años. Encima de una caja de plástico expone su obra de arte: decenas de figuras creadas con plastilina y paciencia.
Arriba de otra caja del mismo material hay un cartón blanco con dos leyendas: “Favor de no agarrar las figuras; pedirlas al encargado. Gracias” y “No tocar o desacomodar de su lugar. Muchas gracias”.
Luis Rafael vende su obra desde 12 hasta 40 pesos, dependiendo de la complejidad de la escultura. Estudia el primer año de secundaria en la escuela Federal 2 Héroes Anónimos. Su mamá cuenta que desde chiquito le gustaba jugar con la plastilina.
El sueño de este pequeño lagunero es convertirse un día en arquitecto y construir cientos de casas.
Su madre dice que con su singular talento le ayuda para los pasajes, completar sus alimentos y pagar cuotas de la escuela.
Todo comenzó un día que el pequeño Luis Rafael le dijo a su madre que se pondría a lavar autos porque era muy aburrido estar todas las tardes en su casa, el niño siempre cargaba con su platilina y creaba figuras cuando no había carros que limpiar, desde ese entonces decidió que intentaría vender sus figuras.
Luis asegura que ya guardó las imágenes de sus creaciones en la mente, lo dice con la confianza que sólo un conocedor lo puede hacer.
El niño amasa la plastilina, la hace bolita y con un cuchillo le va dando la forma, corta partes y añade otras, se apoya en una tabla colocada sobre sus piernas, usa un palo de madera para aplanar y moldea, también saca palillos y pintura para terminar los últimos detalles, mientras los peatones se acercan a observar al niño y cuando quieren agarrar una figura les dice que no se puede. Y sigue con su trabajo.
De las numerosas figuras que ha creado, luis tiene una caja con unos 30 paquetes de plastilina de varios colores los cuales le duran cerca de una semana, Y cuando termina de esculpir baña las figuras en en pegamento liquido para que no se desprendan las partes.
Ahí mismo en la banqueta, luis hace su tarea, a lado de sus obras, comenta su madre que es un niño muy inteligente y ademas es buen dibujante.