Antiguamente, se llamaba escribano al que por oficio público estaba autorizado para dar fe de las escrituras y demás actos que se desarrollaban ante él. Su impacto es relevante y notorio. A su alrededor se desprende el conocimiento, la interacción y el juego. Por eso llega Escriba Escribano, un nuevo atractivo de la FENADU en su edición 2015.