La Plaza de Armas, lugar donde inició la historia de nuestra ciudad

La Plaza de Armas de la ciudad de Durango, es el sitio más significativo de la urbe durangueña, en virtud a que señala el centro de la ciudad, exactamente como ésta se originó y por el mismo motivo, es el sitio histórico más antiguo de la ciudad.

Como es bien sabido, fue el 8 de julio de 1563 el día que se fundó la ciudad de Durango, también la Plaza de Armas tomó su trazo inicial por parte de del capitán Alonso de Pacheco, esto según los textos de Salvador Moreno Hernández autor del libro “Hablemos de Durango y sus personajes”.

Durante la Época Colonial se le llamó Plaza Mayor, después, Plaza de la Constitución, Plaza Pública, Plaza Principal, para diferenciarla de otras que existen en la ciudad y el nombre más común es Plaza de Armas.

La plaza principal de nuestra ciudad sí ha sido utilizada en diversas ocasiones por cuerpos del ejército, para realizar maniobras militares: el año de 1864, por las fuerzas francesas durante la intervención  y en el año de 1913 por las fuerzas revolucionarias que tomaron la ciudad; de tal manera que puede justificarse el nombre que le hemos dado los durangueños, de llamarla plaza de armas.

Se han realizado varias obras materiales en beneficio de la ciudad, dentro de las cuales destacó una fuente de piedra que mando construir en el centro de la Plaza Mayor, fue el primer monumento que se construyó en la plaza llamada fuente Guadalupe, posiblemente en alusión a don Guadalupe Victoria.

En tal fuente se colocó el águila republicana y en el centro una inscripción que decía: Plaza de S.A.S. General Santa Ana. Se construyó en 1853 y fue sustituido por el primer kiosco en 1874.

La Plaza de Armas de Durango, como todo lo que existe en el universo, siempre ha sido cambiante, sobre su suelo, con razón o sin ella, se construyeron en una época el edificio de las Casas Capitulares y la Cárcel Municipal, edificios que fueron demolidos y sustituidos por el Hotel Richelieu y el Palacio Municipal, que construido el año de 1890, lucia majestuoso y elegante.

Moreno Hernández habla que durante los siglos pasados esta plaza ha sufrido cambios de manera importante y el primer personaje en solicitarlos fue el General Gabriel Gavira al ordenar su ampliación en el año de 1917.

Llegó el año de 1916, un gobernante militar, el General Gabriel Gavira que al decir de algunos, con mala fe, al decir de otros con visión moderna de gran urbanista, realizó en Durango la alineación de algunas calles y quiso darle majestuosidad y belleza a nuestra Plaza Principal, sacrificando los edificios del Palacio Municipal y el Hotel Richelieu y ordeno para bien de la ciudad la demolición de los mismos, dándole también mayor visibilidad, majestad y belleza a nuestra catedral.

El Gobernador José Valdez, fue apreciado y muy respetado por su obra honesta, de ser constructor del Estado, en la medida de las posibilidades durante el gobierno que presidió.

Fue quien remodelo la Plaza de Armas por los años de 1949-1950 y fue un acierto el colocar los nombres de artistas durangueños en el friso superior del kiosco, porque son una lección viva y permanente de superación personal para las presentes y futuras generaciones.

El año de 1966, la Plaza de Armas, fue el escenario principal del movimiento estudiantil y popular más fuerte que ha tenido Durango y posiblemente México.

Este movimiento estudiantil, justo, enérgico y malogrado, es el testimonio más elocuente de la función social, política y popular de la Plaza Pública, dentro de cualquier conglomerado humano.

Se tenía la costumbre, según las versiones de Salvador Moreno, que todos los jueves y los domingos la Banda municipal brinda serenatas de música popular a los visitantes del lugar, cosa que hoy en día ya no se hace.

Cabe mencionar que en la actual administración del Ayuntamiento de Durango, se creó por parte del artista visual Cristian Saucedo, el espejo de agua “In si tu”, en la esquina de la calle Juárez y 5 de febrero, lugar en el que se fundó la ciudad el 8 de julio pasado.