Si escuchas las palabras manzanilla, árnica, epazote, pasiflora y sábila seguro viene a tu mente un momento en que, sea cual sea tu cultura, si eres mexicano las habrás oído o empleado. México tiene una tradición milenaria de medicinas herbales resguardada por conocimientos indígenas ancestrales. En esta época de capitalismo las corporaciones buscan patentar todo, desde los alimentos hasta el uso exclusivo de nuestras hierbas más tradicionales.
Recientemente se dio a conocer una lista de 200 plantas medicinales que el gobierno mexicano, mediante la COFEPRIS, busca prohibir, supuestamente para llevar un mayor control y evitar la automedicación, como si los efectos secundarios de estas fuesen temibles, lo que únicamente favorecería a las grandes farmacéuticas, que ya de por sí abarcan el mercado medicinal.
La lista ya esta en manos de la Comisión Federal para la Mejora Regulatoria (COFEMER) y sólo bastaría la firma del presidente para la publicación de la nueva norma. La serie incluye plantas como manzanilla, árnica, epazote, anís estrella, equinácea, pasiflora, valeriana, sábila, hongo reishi, ginseng, ginkgo biloba y hasta el té mate. Se trata de un devastador intento por entregar a las grandes empresas la riqueza milenaria de los conocimientos medicinales para su lucro. Miles de mexicanos han firmado ya una petición de la comunidad de firmas sociales Avaaz, la más grande en su tipo.
Hace unos meses, las firmas de más de 50 mil mexicanos echaron abajo la posibilidad de que las Áreas Naturales Protegidas fueran explotadas por la Reforma Energética; hoy miles de mexicanos buscan hacer lo mismo con esta demoledora propuesta, que además avasalla a las prácticas legítimas de millones de indígenas y connacionales.
Si te suena, puedes firmar la petición aquí.