La autopista Durango-Mazatlán, que requirió una inversión de 28 mil 600 millones de pesos y 13 años de construcción, ya presenta baches y parches en alrededor del 30% de sus 230 kilómetros, además de falta de iluminación en túneles, esto a tan sólo un año de su inicio de operaciones.
Aunque su construcción se prolongó 13 años y requirió 28 mil 600 millones de pesos, sólo bastaron 12 meses desde su puesta en marcha para que la autopista Durango-Mazatlán presentara desde baches, hasta la falta de iluminación en túneles.
Un recorrido de El Financiero por la autopista reveló baches, “jorobas” y parches en alrededor del 30 por ciento de la superficie de rodamiento de la carretera, así como la ausencia de señalamientos, iluminación y ventiladores en túneles, lo que pone en riesgo a 2 mil usuarios que diariamente la recorren.
Los daños en la carpeta asfáltica son visibles desde los primeros 92 kilómetros, de Durango hacia Mazatlán.
“Además de cara, la súper carretera es peligrosa”, dijo uno de los viajeros entrevistados.
Para llegar de Durango al puerto de Mazatlán y regresar es necesario pagar mil 12 pesos en casetas.
La autopista Durango-Mazatlán consta de 230 kilómetros a través de la Sierra Madre Occidental, en Durango y Sinaloa. La obra fue edificada durante los sexenios de los panistas Vicente Fox y Felipe Calderón, e inaugurada por el priísta Enrique Peña Nieto, en octubre de 2013.
Tito García, delegado de Caminos y Puentes Federales en la Zona X, reconoció el deterioro de la carretera y aseguró que se realizan obras de conservación, con una inversión de 100 millones de pesos.
La ausencia de alumbrado, funcionamiento de ventiladores y anuncios electrónicos en los túneles es un problema de logística con la Comisión Federal de Electricidad, pues mantiene vigente el contrato de servicio con los constructores de la autopista y está pendiente el cambio a nombre de Capufe, explicó García.
En abril de 2015 se espera concluir el mejoramiento de 164 kilómetros de la superficie de rodamiento, 28 por ciento del total de su longitud.
El gobierno de Durango señaló que “el uso” ha generado la necesidad de labores de mantenimiento.
Un experto en infraestructura consideró que debido a que se abrió en diferentes tramos, podría haber desfase en los programas de mantenimiento, además de que debido a la premura con que se inauguró, posiblemente no se terminaron varios tramos, lo que apresuró su deterioro.
Las constructoras y Capufe a nivel federal fueron consultadas al respecto, pero al cierre de la edición no respondieron.