Con la participación de 100 actores en punto de las 10:00 de la mañana arrancó el Vía Crucis en la capital de Durango, encabezado por el Arzobispo Héctor González.
“El Vía Crucis nos recuerda el camino de amor, de humildad y de entrega que Jesús nos dejó para seguir sus pasos”, dijo al iniciar la representación.
Frente al Arzobispado de Durango, se instalaron dos escenarios, el Huerto de los Olivos y el Sanedrín, el primero donde Jesús fue aprehendido y el segundo donde fue acusado por los Sumos Sacerdotes de blasfemia y fue llevado ante Pilatos.
En la primera etapa se congregaron alrededor de mil 500 personas, pero se unieron más por todo el trayecto de la avenida 20 de Noviembre.
También asistieron autoridades estatales y municipales, además de poco más de 8 mil ciudadanos entre duranguenses y visitantes de otras entidades.
“Este es el itinerario que debemos llevar siempre, claro que de repente se nos debilitan las fuerzas y hacemos acciones desordenadas, descaminadas pero siempre hemos de estar volviendo hacia los pasos de seguimiento de Cristo, que terminan en la humildad, abatimiento, sufrimiento, en la muerte y en la resurrección y ese es el viacrucis”, dijo.
Luego se realizó una oración de ofrecimiento por el Vía Crucis y de esta manera se inició la representación de la pasión y muerte de Jesucristo en su camino al Calvario.
“Estamos haciendo hoy una síntesis de toda nuestra existencia y también es un recordatorio para que siempre nos conduzcamos buscando lo mejor de la vida de Jesús”.