Cuando la noticia de la nevada en Durango se dio a conocer, los sinaloenses tomaron sus vehículos y salieron a ver con sus propios ojos el fenómeno.
La nevada de la madrugada del sábado sobre un tramo de la supercarretera Mazatlán-Durango en los poblados de Coscomate, El Salto y Las Adjuntas fue aprovechada por sinaloenses de todos los municipios para conocer por primera vez la nieve y el aguanieve.
Sobre el kilómetro 109 de la supercarretera se estacionaron decenas de conductores que, junto a sus familias, presenciaron los remanentes de la primera nevada del año.
Ahí hicieron monos de nieve, se lanzaron bola de nieve y hasta hicieron el tradicional “angelito”.
Las temperaturas de 5 grados centígrados no importaron a los sinaloenses, que desempolvaron sus suéteres o chamarras para no sufrir y enfermarse mientras apreciaban el paisaje blanquecino que la Sierra Madre Occidental les ofreció.
La cercanía que la carretera otorga entre los estados de Sinaloa y Durango fue el principal aliciente para que familias de lugares como Concordia, Mazatlán y Culiacán se atrevieran a cambiar el paisaje y clima árido por el blanco y verde de la sierra.
La reactivación del sector fue total, Caminos y Puentes Federales presenció un arribó inusitado de conductores sinaloenses. Los vendedores de la carretera no se dieron abasto.
Durango vio llegar a cientos de visitantes que, aprovechando la experiencia, eligieron pasar unas horas en la capital.
“No nos estamos dando abasto, estamos mejor incluso que cuando trabajábamos en la (carretera) Libre, tuvimos que traer más guisos para vender, de tanto turista que se detiene a comer gorditas”, expresó Eladia, una vendedora.