La tradición oral que entre los duranguenses se transmite de padres a hijos, sostiene que el puente que existe en la población Navacoyán, Dgo., fue construido por el diablo en una sola noche y es una de tantas veces que el diablo siendo tan diablo, no termino totalmente la obra y perdió el trato que había concertado con el albañil que lo había contratado.