Dentro de la cultura actual, se ha tratado de hacer notar la presencia de nuestro estado un participe importante en la historia del cine, basta con ver la extensa trayectoria fílmica en la que se ha relacionado los paisajes de nuestro estado; pero no solo la maravilla de Durango está en su estrecha relación con el cine, sino también como fuente de inspiración para extraordinarias canciones como Romance in Durango de Bob Dylan.
A lo largo de su carrera, Dylan ha sido reconocido y honrado por sus composiciones, interpretaciones y grabaciones. Sus discos le han valido varios Grammys, Globos de Oro y premios de la Academia, y su nombre se halla en el Salón de la Fama del Rock and Roll, el Salón de la Fama de Compositores de Nashville y el Salón de la Fama de los Compositores.
En 1972, Rudy Wurlitzer, escritor del guión original, habló con Dylan para pedirle una contribución musical para Pat Garrett y Billy the Kid. “Rudy necesitaba una canción para el guión”, comentaría Dylan en una entrevista en 1973. “Yo no estaba haciendo nada. Rudy me envió el guión, lo leí, me gustó y nos juntamos. Y luego vi The Wild Bunch y Straw Dogs y The Ballad of Cable Hogue y me gustaron. De modo que escribí “Billy” muy rápido”.
Dylan estaba interesado en contribuir en el filme con algo más que una canción y le preguntó a Wurlitzer si sería posible actuar en la película, petición a la que Wurlitzer se mostró reacio.
Dylan y su mujer viajaron a Durango, México, donde Peckinpah estaba grabando la película. Tras su llegada, Dylan se reunió con Peckinpah y le enseñó las canciones “Billy” y “Goodbye Holly”, ambas escritas específicamente para el largometraje.
Dylan se enamoró de Durango, de ahí nació la canción “Romance in Durango”, la cual no fue grabada hasta 1975 en su álbum “Desire”. Sin duda un honor para Durango haber sido inspiración para el más grande compositor de todos los tiempos.
La letra dice algo así…
“No llores, mi querida Dios nos vigila Soon the horse will take us to Durango. Agarrame, mi vida Soon the desert will be gone Soon you will be dancing the fandango”…
Con esta breve historia nos queda claro que Durango no solo es tierra de cine, sino también una fuente de inspiración para grandes cantantes, no solo de Bob Dylan, si no también de cantautores como Martín Urrieta, José Ángel Espinoza “Ferrusquilla” y Jaime López.