Al presidente Donald Trump no le alcanza el dinero para cumplir su promesa de construir un muro en la frontera de Estados Unidos con México, ya que sólo tendría 20 millones de dólares de los más de 21,000 mdd que costaría levantar dicha muralla.
De acuerdo con Reuters, que tuvo acceso a un documento oficial del Departamento de Seguridad Nacional, sólo ha identificado 20 mdd de su presupuesto que no llegaron a ser asignados y pueden ser redirigidos al proyecto fronterizo.
A un mes de su llegada al gobierno, el gabinete del republicano sólo habría identificado dos partidas de 5 y 15 mdd, respectivamente, señala el documento.
También apunta que los fondos deberían ser suficientes para cubrir algunos contratos sobre prototipos de muros, pero no alcanzará para empezar la construcción. Eso significa que, para que la medida tome forma, la Casa Blanca tendrá que convencer al Congreso para que le conceda fondos apropiados.
Según últimas estimaciones del Departamento de Seguridad Nacional, la construcción del muro ascenderá a 21,600 mdd, por lo que algunos legisladores republicanos han declarado que no respaldarán el presupuesto.
Esta situación afectaría la promesa de Trump de un rápido inicio en su levantamiento.
“Vamos a comenzar a construir un gran muro muy, muy pronto”, declaró el republicano hace un par de días durante su intervención ante el Congreso de EU. En esa ocasión no insistió, como lo hacía regularmente, que México pagará por esta barrera, que en sus primeras estimaciones calculaba un costo de 8,000 mdd.
Pero el vicepresidente Mike Pence reavivó la confrontación sobre el tema al reiterar que México pagará por el muro, comentario que va en contra del acuerdo entre los gobiernos involucrados de no abordar el tema del pago de forma pública, según un comunicado emitido de forma conjunta por la Casa Blanca y Los Pinos en enero pasado.
Durante su campaña el republicano aseguró que el gobierno mexicano pagaría, de una u otra manera, por el muro, pero fue moderando su postura hasta afirmar que los estadounidenses pagarían primero y México lo reembolsaría después.
Ante la tensión en las relaciones entre ambos gobiernos, la Casa Blanca incluso ha rebajado sus exigencias y públicamente ya no afirma que México pagará el muro, y ha señalado que la edificación del muro sería financiada con “fondos ya existentes” de su Departamento de Seguridad Nacional.
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