En México, de acuerdo con las cifras oficiales de la Secretaría de Salud, hay 48.6 millones de adultos con obesidad o sobrepeso y varios intentan dietas, bebidas y ungüentos milagrosos para reducir los kilos de más; sin embargo, esa promesa mágica de bajar de talla en semanas o días dista mucho de la realidad y el propósito casi siempre termina en desilusión.
Por ello, bajo un esquema basado en los 12 pasos que utiliza Alcohólicos Anónimos, desde hace 31 años los grupos de Tragones Anónimos (TA) del país intentan ayudar a la gente que no controla sus deseos de comer. Incluso, afirman, hay personas que deben ser “anexadas” (internadas).
Según los integrantes de esa organización, el alimento no solo sacia una necesidad física, sino que satisface algo más complejo escondido en sus emociones, motivo por el cual entre los mexicanos existen miles de historias unidas por la comida.
Aunque las historias son distintas, los integrantes de TA tienen en común haber sufrido discriminación, burla, señalamientos, apodos y rechazo, además de que todos intentaron varios métodos para bajar de peso sin muchos resultados: homeopatía, acupuntura, vendas, nutriólogos, dietas, yerbas, ejercicio… lo que les dijeran que los haría perder los kilos que, dicen, Dios les regaló.
Tragones Anónimos se formó en el estado de Durango y actualmente hay grupos en Aguascalientes, Coahuila, Colima, Jalisco, Nuevo León y Zacatecas.