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Las empresas mexicanas aumentaron en un año en cuanto a fraude, soborno y corrupción

Las empresas mexicanas aumentaron durante un año las actividades relacionadas con el fraude, el soborno y la corrupción, colocando el nivel nacional en esta materia por encima de los índices globales, reveló el Reporte Global de Fraude y Riesgo de la consultora Kroll.

De acuerdo con la edición 2016-2017, en las compañías que operan en el país aumentaron en 2% actividades como el fraude y el soborno, colocando el índice de México en 18%, un 3% más que el dato a nivel global, además de que se muestra una tendencia a incrementar al finalizar este año.

La corrupción cuesta a nuestro país 347,000 millones de pesos (mdp) anuales, según la organización Transparencia Internacional, equivalentes a 10% del crecimiento económico de México. El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que este problema equivale a 2% del Producto Interno Bruto (PIB).

Por si fuera poco, 45% de las empresas del país se han enfrentado con agentes gubernamentales y/o privados que les exigen realizar algún tipo de soborno para agilizar trámites; en ocasiones son los empleados, exempleados, y trabajadores ocasionales los responsables de llevar a la inestabilidad jurídica y económica a las compañías cometiendo acciones corruptas.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) señaló que el 82.2% de los empresarios refiere que esta práctica es frecuente por parte de los servidores públicos, y que es una medida a la que recurren para agilizar trámites, evitar multas o conseguir licencias y permisos para desarrollar su actividad, de acuerdo con su Encuesta Nacional de Calidad Regulatoria e Impacto Gubernamental en Empresas 2016 (ENCRIGE).

8 de cada 10 compañías mexicanas considera que las prácticas de soborno y corrupción ocurren de manera común al interior de las organizaciones. Muy por encima del nivel global que alcanza apenas 39%, ha informado una encuesta global de fraude de Ernst & Young (EY).

México descendió 28 lugares, quedando en el sitio 123 del ranking, con una calificación de 30 puntos, la peor evaluación de los 35 países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), cuyo promedio es de 69 sobre 100, según el Índice de Percepción de la Corrupción 2016 que realiza anualmente Transparencia Internacional.

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