Estados Unidos está votando hoy para elegir a su nuevo presidente. Y la comunidad latina, que según muchos analistaspuede tener en sus manos la decisión final sobre a quién van a parar las llaves de la Casa Blanca, se está movilizando.
La prueba está en el voto anticipado, la modalidad electoral que en varios estados (concretamente 37) consiente a los ciudadanos votar desde hace ya días y de la que se calcula que ya han hecho uso al menos 41 millones de estadounidenses. Lo que significa que un 35% de los ciudadanos ya habría ejercido su derecho al voto.
Los sobres con las papeletas de esos 41 millones de votantes no se pueden abrir hasta que cierren los colegios electorales. Pero el análisis demográfico ya deja clara una cosa: un considerable aumento del número de hispanos que está acudiendo a votar en estados clave como Florida o Nevada, con la precisión de que el voto hispano es el que puede inclinar la balanza hacia Hillary Clinton.
La candidata demócrata ha votado entre una gran multitud en Chappaqua, en el estado de Nueva York. “Espero ganar”, ha afirmado Clinton a la salida del centro de votación. “Hay mucha gente involucrada en esto, y hay una gran responsabilidad en juego”, ha agregado la candidata.
El candidato republicano Donald Trump también ha ejercido ya su derecho al voto en Nueva York. Tras llegar, acompañado de su esposa Melania Trump y rodeado de grandes medidas de seguridad, ha sido abucheado al entrar al colegio electoral. “Todo pinta bien, las cosas están saliendo muy bien”, afirmó Trump en unas breves declaraciones a los periodistas que se encontraban en el interior del centro de votación en Manhattan, muy cerca del rascacielos Trump Tower.
En un vídeo captado por varios periodistas que estaban en ese colegio se puede ver cómo Trump choca la mano con un par de niños y a uno de ellos le entrega un billete. Unas horas antes de que el candidato acudiera a votar, dos mujeres fueron retenidas por la policía y expulsadas del interior de ese recinto electoral después de quedarse en toples para protestar por sus comentarios machistas.
“Si Hillary gana en Florida, gana las elecciones”, aseguraba hace unos días a medios de comuncación Juan Verde, miembro del Comité Nacional de Finanzas de la campaña de la candidata demócrata. Y precisamente en Florida el análisis del voto anticipado muestra que están votando el doble de hispanos que en 2012.
La mala noticia para los demócratas es que la comunidad negra estadounidense, que generalmente vota por ellos, no se está movilizando. En Carolina del Norte, uno de los estados claves para determinar quién será el ganador de estos comicios, el voto negro representa alrededor del 22% de todo el voto anticipado, mientras que en las elecciones en las que se enfrentaron Obama y Rommey subió al 27%.
La mayoría de los últimos sondeos otorgan a Hillary Clinton una victoria bastante holgada en estas elecciones. El de RealClarPolitics, por ejemplo, da a la candidata demócrata un 45,4% de los votos frente al 42,2% de Donald Trump, lo que suponeuna ventaja de 3,2 puntos. Y también el sondeo de ayer de Bloomberg Politics da una ventaja de 3 puntos a Hillary frente a Trump.
Quizás por eso, el millonario y candidato republicano ha arremetido con virulencia hoy por la mañana, en plena jornada electoral, contra los sondeos, asegurando que están trucados y que muchos son directamente falsos. Los sondeos “se equivocan a propósito”, ha bramado el aspirante republicano a la Casa Blanca desde los micrófonos de la cadena Fox News. “Sostengo que en muchos casos ni siquiera se lleven a cabo entrevistas”, ha añadido.
Por si fuera poco, la campaña de Donald Trump también ha presentado hoy mismo una demanda en Nevada, asegurando que a varias personas en ese estado se les ha permitido votar anticipadamente cuando ya se había cerrado el plazo para hacerlo.
En Nevada, como en otros varios estados, a los ciudadanos que hacen fila para poder votar anticipadamente se le permite hacerlo incluso después de haberse superado la hora límite. Los seguidores de Trump lo que reclaman es que se ha permitido votar a gente que sin embargo no hacía ninguna fila
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