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El PRI y su Nuevo Delegado

por Elena Uribe
El PRI y su Nuevo Delegado

PALABRA CIUDADANA. Por Nacho Aguado

A casi terminar el año todavía la temperatura al interior del PRI sigue ardiente. Después de perder la gubernatura y la alcadía –lo más representativo políticamente- ese Instituto político se ha quedado sin jefe, línea o padrinos; política y económicamente hablando. Por ello, los grupos están dispersos y desorbitados.

 

Fue enviado por el Comité Ejecutivo Nacional a un delegado, Senador por Sinaloa, Daniel Amador Gaxiola, quien apenas unas semanas y a pesar de no haber pisado tierras duranguenses, ha tenido contacto con diversos grupos políticos y sobre todo aspirantes a la dirigencia estatal. Es un cuadro,

según dicen, avezado en la operación política, y como no serlo si ha sido beneficiario de privilegios sindicales en Sinaloa por muchos años, además, a nivel nacional ha tenido participaciones interesantes partidistas.

Ahora en Durango, tiene gran responsabilidad al tomar decisiones y orientar, mejor dicho, la conformación de una dirigencia incluyente y que sepa ser oposición real al nuevo gobierno panista, además prospectar escenarios electorales para el 2018 que está a la vuelta de la esquina.

 

El PRI y su Nuevo Delegado

Oscar García Barrón, Diputado Federal, tal vez el que tiene mayor capital político propio de los que aspiran, ha desdoblado desde hace meses una estrategia operativa y mediática. Tiene apoyo moral de Osorio Chong y Carolina Monroy; podría ser factor de unión y tener relación de concordia con el Gobernador Aispuro. No tiene gran presencia en la sociedad civil, ni zonas urbanas y, no tiene gran equipo propio.

 

Jorge Clemente Mojica Vargas, ex alcalde y director del periódico Victoria de Durango, es un cuadro con colmillo suficiente para maniobrar el barco priista estatal. Tiene capacidad y experiencia sin duda. Su fuerza está en pertenecer al grupo de don Carlos Herrera Araluce, tal vez ya sólo de Lety, alcaldesa de Gómez Palacio. No tiene capital político propio, pero sí consideración de la clase política. Tiene puntos en contra para ser considerado y otorgarle la responsabilidad de su partido; operó en la pasada elección a favor del proyecto panista, tanto en la gubernatura como en la alcaldía de la capital. Además, en una negociación política envió a su hijo a la planilla como primer regidor del proyecto PAN-PRD, lo que social y políticamente lo haría incongruente. Digo, le funcionó, y no es critica a Alejandro su hijo, porque tiene buen perfil y trae tablas, pero a toda luces fueron de las alianzas que logró captar Aispuro con su amigo personal Jorge Mojica.

 

Dejemos a un lado lo anterior, el PRI, según discursiva de sus propios militantes y aspirantes a dirigirlo, requieren “unión y ser una oposición responsable”. Tienen razón, es lo ideal para ese partido, sin embargo habrá qué preguntarle al delegado si considera que Jorge Mojica Vargas y Lety Herrera, representarían unión interna y no sólo se enfocarían en el proyecto de la alcaldesa o de ese grupo para el 2018 y 2019, y si serían realmente oposición al gobierno panista. No es criticable tal vez, o tal vez sí, pero, señor delegado, ¿Qué busca su partido?

 

El grupo lagunero que lidera Juana Leticia Herrera Ale, y que apoya a Jorge Mojica, tienen justificación por ser el grupo “ganón” en la pasada elección, y es que fue una región en la que sí ganó el PRI. Es decir, en la laguna soltaron la brida para ayudar a Esteban, y en la capital y otros municipios, operaron en contra; más en la capital. Otra vez, tienen la posibilidad de decir que son el grupo más “exitoso” dentro del PRI, lo cual pudiera ser es cierto; pero considerando las circunstancias de lo que ya pasó ¿Y lo que sigue? Esa sería la clave a analizar.

Son los dos principales actores, pero pudiera haber un tercero con posibilidades, capacidades y experiencia, como Adán Soria, Gustavo Lugo Espinoza, Héctor Vela Valenzuela o Benítez. Otros menos como Arturo Yáñez Cuellar o David Payan, que son operadores, pero no les alcanza.

 

Meter a todos a una sola canasta no es fácil, recordemos que enfrente está un Gobernador que puede disponer de las fuerzas que sean rechazadas en ese partido.

La última y más fácil, lo que diga Aispuro, porque sin lana el PRI, no la “armará”.

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